domingo, 27 de octubre de 2013

«Ésta es la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto jamás».

El 27 de octubre de 1492 llegaron a costas cubanas (por la zona de Bariay) La Pinta, La Niña y la Santa María, las tres primeras naves europeas bajo el mando de Cristóbal Colón.

Desembarco de Cristóbal Colón por Bariay, Cuba
 Esta pintura fue realizada por los famosos pintores holguineros Cobiellas (padre e hijo) y fue obsequiada por la familia de Benjamin León al Colegio de los HH Maristas de Holguin en 1959 (Hoy Secundaria JJ Fornet). Aún se conserva en la Oficina de la Direccion del colegio, por la calidad de pintura y de los pintores que derrocharon todo su arte en ella.
Entre esa fecha y el 5 de noviembre, las naves se movieron por la costa oriental de Cuba, y el viernes 2 de noviembre, designó a dos de sus hombres para que, durante seis días, se internasen en el territorio cubano. Colón denominó inicialmente a la recién descubierta Isla de Cuba como Isla Juana en deferencia al Príncipe Juan, que era el heredero de la corona. 

Colón pensaba que había llegado a las Indias orientales y no se imaginaba que detrás de esta pequeña isla, se encontraba un continente gigantesco, desconocido para el mundo europeo.
Según describen las Cartas de Indias, una vez que Colón pisó suelo cubano, se arrodilló en la arena y con la cabeza inclinada hacia arriba exclamó: «Ésta es la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto jamás».
        Foto de Osvaldo Carballos tomada en el 2007.
           
Es de destacar que la pintura cubre toda una pared de dicha oficina.
               Nota tomada de Wikipedia, La Enciclopedia Libre.

Gibara, La Villa Blanca de los Cangrejos

Gibara, La Villa Blanca de los Cangrejos
La Virgen de la Caridad en la Bahia

Bahia de Gibara

Bahia de Gibara
´´Dios, que ya había hecho una de las bahías más bellas del mundo, se encargó de teñir el cielo de dorado para la ocasión´´.

Palabras del Padre Angel Andrés, Párroco de la Iglesia San Fulgencio, refiriéndose al amanecer del 12 de enero del 2011, en la Bahía de Gibara, donde el pueblo esperaba con alegría la llegada de la Virgen de la Caridad en su peregrinar por la Isla de Cuba.